¿Qué es el autismo?
A la mayoría de los bebés y niños pequeños les gusta que los abracen y les den cariño. Esto contribuye a crear vínculos fuertes con sus padres y otros cuidadores. Pero los niños con autismo pueden resistirse a que los toquen. Y a menudo se muestran distantes y retraídos. Algunos nunca aprenden a hablar. No existe una cura para el autismo. Pero muchos niños que tienen este trastorno se ven muy beneficiados de los tratamientos intensivos. Esto funciona mejor si se les da de manera temprana.
¿Qué es el autismo?
El trastorno del espectro autista (TEA) es una gama de trastornos en los cuales el cerebro del niño no se desarrolla con normalidad. El autismo o trastorno autista es la forma más grave del TEA. Los síntomas suelen manifestarse antes de los 3 años de edad y persistir durante toda la vida del niño. Estos síntomas pueden variar mucho. Pueden ser leves o graves. La mayoría de las personas con autismo tienen dificultad para comunicarse y relacionarse con los demás. A menudo parecen estar ensimismados en su propio mundo. Algunos de los niños que tienen este trastorno no responden a las sonrisas ni al contacto visual. Es posible que repitan ciertas actividades una y otra vez. Pueden seguir rutinas rígidas. O pueden estar obsesionados con piezas de objetos. Algunos pueden llegar a intentar hacerse daño o intentar dañar a los demás.
Los signos del autismo
El autismo adopta una forma distinta en cada persona. Algunas de sus características son las siguientes:
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Dificultad o incapacidad total para aprender a hablar
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Preferir estar solo más que con gente
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No relacionarse ni jugar como lo hacen los otros niños
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Sensibilidad a los sonidos, al tacto, a los olores y a los sabores
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Tener berrinches y rabietas o hacerse daño o lastimar a los demás
¿A quiénes afecta?
El autismo es 4 veces más frecuente en los niños que en las niñas. El autismo está en todos los grupos étnicos, económicos y sociales. Cualquier niño puede tener este trastorno.
¿Cuáles son las causas?
Los padres de los niños con autismo suelen culparse. Pero este trastorno no es culpa de nadie. Algunos genes pueden afectar el desarrollo del cerebro del niño. Otros factores podrían intervenir. Por ejemplo, virus o sustancias químicas.
¿Qué se puede hacer?
La evaluación y la intervención temprana son esenciales en los niños con autismo. El motivo es que el aprendizaje es mejor cuanto más pequeños sean. Desde la Sociedad Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics) se recomiendan los exámenes formales de detección del autismo en todos los niños durante los controles del niño sano entre los 18 y 24 meses de edad. Estos exámenes se suman a los controles regulares del desarrollo del niño. Esto permite identificar niños que tienen dificultades de desarrollo y de conducta lo antes posible. Cuando la intervención es temprana, los terapeutas especiales pueden ayudar al niño a desarrollar sus habilidades sociales y del lenguaje. Los programas escolares pueden adaptarse a las necesidades de su hijo. A medida que el niño va creciendo, muchos profesionales podrán proporcionarle ayuda. Una buena manera de comenzar es consultar con el proveedor de atención médica.
Revisor médico: L Renee Watson MSN RN
Revisor médico: Marianne Fraser MSN RN
Revisor médico: Paul Ballas MD
Última revisión:
7/1/2022
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