Identificación de cálculos renales

Hay cuatro tipos generales de cálculos renales. El tamaño y la forma del cálculo renal determinan si es probable que desaparezca por sí solo. Saber de qué está hecho un cálculo (su composición) ayuda al proveedor de atención médica a determinar la causa y recetar el mejor tratamiento. Las radiografías o las exploraciones pueden ayudar a observar el tamaño y la forma del cálculo. El proveedor de atención médica también puede darle un colador para atrapar el cálculo cuando orina. Luego, el cálculo se puede enviar a un laboratorio para su análisis. Es posible que necesite otros tipos de análisis de orina y de sangre para identificar el cálculo. Mediante estas pruebas también se pueden identificar las causas de los diferentes tipos de cálculos. 

En las pruebas se puede observar lo siguiente:

• Tamaño. Un cálculo puede ser tan pequeño como un grano de arena. Algunos pueden ser del tamaño de un guijarro. Mientras que otros pueden ser tan grandes como una pelota de golf. Los cálculos pequeños pueden eliminarse del cuerpo al orinar.

• Forma. Los cálculos pequeños, lisos y redondos pueden eliminarse fácilmente. Los cálculos de bordes dentados suelen alojarse dentro del riñón o del uréter. Los cálculos coraliformes pueden ocupar toda la pelvis y los cálices renales.

• Composición. La mayoría de los cálculos están hechos de oxalato de calcio, un compuesto duro. Los cálculos hechos de cistina o ácido úrico, o causados por una infección (cálculos de estruvita), son menos densos. Los cálculos suelen contener más de una sustancia química.

Su proveedor de atención médica puede pedirle que filtre la orina para recoger los cálculos para analizarlos.