Los efectos de la conmoción cerebral pueden extenderse hasta el aula
Cualquier golpe en la cabeza de su hijo puede provocarle una conmoción cerebral. Algunos efectos ocurren de inmediato: dolor de cabeza, mareos y pérdida del equilibrio. Estos síntomas físicos pueden desaparecer con rapidez. Pero hay otros problemas, como la dificultad para dormir o pensar, que pueden persistir por más tiempo. Por ejemplo, pueden afectar los momentos en que su hijo está en la escuela.
Los síntomas de una conmoción cerebral
Una conmoción cerebral es una forma de traumatismo craneoencefálico. En la mayoría de los niños a los que les ocurre, sucede mientras practican algún deporte, como fútbol americano o balompié. Pueden recibir un golpe directo en la cabeza. O un golpe repentino en el cuerpo puede sacudirles el cerebro.
La conmoción cerebral no suele hacer que el niño pierda el conocimiento. Además, es posible que los síntomas no aparezcan durante minutos u horas después del golpe. Pueden incluir los siguientes:
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Dolor de cabeza
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Pérdida del equilibrio y la coordinación
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Confusión
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Problemas de la vista y de la audición
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Dificultades de concentración o memoria
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Cambios en la personalidad, en el estado de ánimo o en el comportamiento, como tristeza o irritabilidad
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Retraso en el habla o en el tiempo de reacción
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Náuseas o vómitos
Muchos niños se recuperan de una conmoción cerebral en unas pocas semanas. Pero los síntomas pueden durar más de lo esperado. Algunos niños manifiestan dolores de cabeza hasta 1 mes después. Otros siguen teniendo dificultad para dormir, pensar y recordar. La fatiga es una queja común. Algunos niños también se deprimen, se frustran o se vuelven inquietos.
Recuperación en el aula
Es probable que el proveedor de atención médica de su hijo establezca un plazo para que el niño pueda volver a hacer actividad física normal. También debería hablar sobre restricciones con las tareas escolares. Las secuelas de una conmoción cerebral pueden afectar el aprendizaje del niño. Por ejemplo, los dolores de cabeza o los problemas de la vista podrían dificultar la concentración de su hijo. Las lagunas mentales podrían hacer que le resulte difícil hacer un examen.
Para ayudar a su hijo a lidiar con los efectos mentales y emocionales de una conmoción cerebral, hable con el proveedor de atención médica y los maestros del niño sobre el tiempo de recuperación adecuado. Es posible que su hijo necesite una transición gradual para regresar al deber escolar de tiempo completo. Las siguientes son algunas estrategias que pueden funcionar con su hijo:
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Permita que tome descansos frecuentes durante el día escolar si los dolores de cabeza persisten. Unos minutos de descanso en el consultorio de enfermería o en un área tranquila pueden aliviar el dolor.
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Pídales a los maestros que ayuden a su hijo si tiene visión borrosa o doble. Por ejemplo, pídales que consideren limitar la exposición del niño a pantallas de computadora, videos o luces fluorescentes.
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Retrase las pruebas o proyectos importantes hasta que su hijo pueda concentrarse por completo y memorizar el contenido de la clase. O permítale que tenga más tiempo para hacer las tareas y los exámenes.
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Asegúrese de que su hijo descanse lo suficiente. Deje que su hijo comience la escuela más tarde en la mañana si tiene dificultad para dormir. O programe períodos de descanso a lo largo del día.
¿Quiere proteger a su hijo de una conmoción cerebral en primer lugar? Asegúrese siempre de que el niño use el equipo de seguridad adecuado para un deporte, como un casco. Debe estar en buenas condiciones y ajustarse bien. También enséñele a seguir las reglas y las instrucciones del entrenador.
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